La vida como trabajador remoto: 5 Consejos para sobrellevarlo
El trabajo remoto tiene muchos beneficios, pero se necesita esfuerzo y organización para no quemarte y tener la sensación de que no llegas a todo. La pérdida de una rutina de 9 a 5 puede socavar tus hábitos de trabajo. Sin estructura, la línea divisoria entre el trabajo y el resto de tu vida puede difuminarse y el mayor riesgo en el trabajo remoto no es trabajar poco, es trabajar demasiado. Este post es la continuación del artículo que cubre el libro: «Remote: Office not required» de Jason Fried
Los consejos para mejorar tu estructura de tu jornada laboral:
Utiliza diferente ropa cuando estás en modo trabajo vs cuando estás haciendo cualquier otra cosa: Puedes ayudar a tu mente a empezar y terminar la jornada utilizando diferente ropa para cuando estás trabajando o cuando estás en modo personal. Una de las ventajas de la oficina, es que cuando sales de la oficina tu subconsciente también echa la persiana, mientras que en casa no ocurre.
Ten una oficina dentro de tu casa: Designa un espacio en tu hogar como tu oficina. Trabaja solo cuando estés en tu «oficina». No revises los correos electrónicos del trabajo cuando estés con tu familia. En vacaciones, yo opto por desinstalar las herramientas corporativas como mail, Teams /Slack, aunque pueda estar disponible por teléfono. Hay que evitar las notificaciones SIEMPRE.
Divida tu jornada laboral en bloques, según las necesidades: Puedes utilizar las mañanas para comunicarte con otros miembros del equipo y reservar las tardes para nuevos trabajos o trabajo que necesita concentración o trabajo en solitario.
Usa, si puedes, dos ordenadores: Dedica un ordenador al trabajo y otro al entretenimiento. Esto ayuda a resistir la tentación de consultar los correos electrónicos o abrir programas de trabajo cuando estás «fuera de horario».
Evalúa tu progreso todos los días: Cada día, pregúntate: «¿He hecho un buen día de trabajo?» Si puedes decir que sí, termina el día con una sensación de satisfacción. Si la respuesta es no, entiende que puedes mejorar y aprende para hacerlo mejor mañana.
Mención especial tienen los riesgos de aislamiento y la salud:
Sobrellevar el aislamiento: Los trabajadores remotos a menudo sufrimos sensación de aislamiento y desconexión. En esas situaciones hay personas que tienen dificultad para encontrar dinámicas de trabajo. Una solución fácil es ir a una cafetería o biblioteca con conexión Wi-Fi, ya que estar rodeado de personas puede motivarte a ser más productivo. Para una solución a más largo plazo, busca los «espacios de trabajo conjunto» (co-workings) que alquilan escritorios u oficinas por día. Hay soluciones híbridas de día: Yo antes de la pandemia trabajaba en la oficina por la mañana y en casa por la tade; o de semana: donde puedes trabajar en oficina martes y jueves por ejemplo. Haz esfuerzo para añadir a tu agenda actividades sociales, deportes y proyectos personales. Pasar tiempo con los que te quieren es uno de los beneficios del trabajo remoto y un fuerte antídoto contra el aislamiento pero has de estar presente y no pensando en el mail que has de envíar.
No dejes a un lado tu salud: Los trabajadores remotos deben mantenerse en forma. Ir a la oficina no es el mejor ejercicio, pero al menos tienes que moverte para llegar allí. Cuando puedes trabajar sin siquiera levantarte de la cama, corres el peligro de dejarse llevar. Estuve una temporada llevando una pulsera que medía la actividad antes de pandemia. Se recomienda dar 10.000 pasos al día, y lo normal es que estés entre 5.000 y esos 10.000. Los días que teletrabajaba, incluso llevando niños al colegio, no llegaba a los 1.000 pasos! Y esto es un riesgo a corto de articulaciones y sobrepeso, y a largo riesgo bascular.
Haz recados andando, haz rutinas de ejercicios en casa. Presta atención a la ergonomía de tu lugar de trabajo
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