Panorámica semanal: La Segunda Guerra Fría toma color financiero
Este mes la Segunda Guerra Fría tiene un toque financiero: La administración Trump, en sus últimos días, está ampliando la lista de empresas tecnológicas chinas «prohibidas» para los inversores americanos. Esta semana nos enteramos de la inclusión de Xiaomi, uno de los mayores proveedores chinos de smartphones, y para algunos «la respuesta china a Apple”. En la práctica, esto significa que (a menos que algo suceda mientras tanto) las acciones de Xiaomi serán retiradas de las bolsas con sede en Estados Unidos, y los inversores americanos se verán obligados a deshacerse de sus participaciones en la empresa en noviembre. Esto ha sido inesperado, y se ha justificado por posibles vínculos entre la compañía y el ejército chino (Bloomberg)
Estas acciones pueden resultar contraproducentes para los inversores estadounidenses: Esta semana se excluyeron finalmente las acciones de los operadores de telecomunicaciones chinos de las bolsas americanas, después de mucha controversia. Y el Financial Times nos recuerda que esta podría ser una decisión populista, pero sin un claro efecto positivo para los americanos, ya que «la idea de que la prohibición de la compra de acciones de estas empresas afectará a los militares chinos tiene gracia, pero a los inversores estadounidenses no les hace ninguna». Se espera que muchos inversores tengan que vender a un precio temporalmente deprimido, y otros queden expuestos a (nuevas) acciones comercializables en Hong Kong, donde perderán cualquier protección proporcionada por la ley de valores de Estados Unidos (FT)
En otros temas de la Segunda Guerra Fría:
China podría sortear la restricciones norteamericanas sobre chips… gracias a una tecnología desarrollada por los norteamericanos: Una arquitectura de chips desarrollada en Estados Unidos como alternativa a las dominantes (Intel y Arm) podría ser para las empresas tecnológicas chinas, incluida Huawei, una forma de sortear las prohibiciones norteamericanas. El estándar RISC-V tiene la ventaja de que es de código abierto, por lo que no requiere el pago de licencias, así que China lo está viendo como base para una potencial «arquitectura de chips china». La adopción de RISC-V se está acelerando, y el número de miembros en el organismo que promueve el estándar (RISC-V International) ha crecido +64% en el último año (WSJ)
Como era de esperar, Samsung se está aprovechando de los problemas de Huawei: Ya habían recuperado una parte sustancial del mercado en el 3Q20, a expensas de Huawei. Y desde septiembre los problemas de Huawei han aumentado, así que Samsung está tomando la iniciativa de nuevo como líder mundial en teléfonos Android. El futuro es aún más brillante si tenemos en cuenta la reciente inclusión de Xiaomi en la lista negra de los norteamericanos (WSJ)
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