Panorámica semanal: China y la Segunda Guerra Fría
China lidera el gasto mundial en I+D, con 378.000 millones de dólares en 2020: China está gastando una enorme cantidad de dinero en I+D (378.000 millones de dólares solo el año pasado) y está aumentando el esfuerzo (+10% frente a 2019). Esto refleja la prioridad que el gobierno chino está dando al objetivo de que el país sea autosuficiente en una serie de tecnologías críticas, incluyendo el 5G y la fabricación de semiconductores. Y la tendencia ha crecido después de unas sanciones norteamericanas que parecen cada vez más contraproducentes para el dominio de Estados Unidos en tecnologías avanzadas (Bloomberg)
China va camino de superar a Estados Unidos en Inteligencia Artificial, quizá la tecnología más estratégica para el futuro. Una cuestión especialmente preocupante para los estadounidenses es el riesgo de que China les supere en Inteligencia Artificial y en sus aplicaciones (incluidas las militares). Los semiconductores están parcialmente relacionados con esto, ya que el entrenamiento de algoritmos de aprendizaje profundo requiere una enorme potencia de cálculo, y esto ha sido hasta ahora una ventaja clave para los estadounidenses. Pero los chinos están trabajando (mucho) para superar esa barrera. Por eso, algunas voces en Estados Unidos piden a la Casa Blanca que «impulse drásticamente» la inversión en I+D, e incluso que cree un «Consejo de Competitividad Tecnológica» similar al Consejo de Seguridad Nacional que se creó tras la Segunda Guerra Mundial (FT)(Report)
Y también podrían ser líderes en la adopción de una «moneda digital nacional». China también está a la cabeza del mundo en el camino hacia la adopción de una moneda digital nacional respaldada por el gobierno. El Banco Central de China está probando el eCNY en varias ciudades, entre ellas Pekín y Shanghai, y su objetivo sería lanzarlo a tiempo para los Juegos Olímpicos de Pekín del próximo año. Curiosamente, el propósito del gobierno parece ser implementar un control más estricto de todas las transacciones financieras en el país, justo la visión opuesta a la que defienden los fans del Bitcoin (NYTimes)
Sin embargo, las sanciones de Estados Unidos hacen daño a los chinos. Y Huawei, en particular, está reduciendo drásticamente su producción de smartphones. La apuesta de China por las futuras tecnologías digitales nada contra la corriente de las sanciones norteamericanas en temas clave, como los semiconductores avanzados. La presión se manifiesta claramente en la evolución actual de Huawei, el principal fabricante chino de smartphones y equipamiento de red. En el caso particular de los smartphones, Huawei prevé una drástica reducción de la producción, como muestra la caída del -60% en sus pedidos de componentes respecto al año pasado, que ya han anunciado a sus proveedores. Ha habido rumores de que podrían vender la unidad de dispositivos móviles, pero la empresa los ha desmentido (FT)
Podemos estar ante una fragmentación global de las tecnologías digitales, y el resultado final probablemente no será bueno. Como hemos comentado a menudo en estas páginas, todas estas guerras tecnológicas podrían conducir a una fragmentación de Internet, a todos los niveles, entre las diferentes regiones del mundo. Este artículo de Shira Ovide, de The New York Times, sostiene que esto ya está ocurriendo, sobre todo en las aplicaciones de consumo, con un número cada vez mayor de startups locales o regionales que se hacen más grandes, o incluso dominantes, en sus mercados. En su opinión, esto no es bueno, porque las aplicaciones globales proporcionan una experiencia «unificadora» que a la larga beneficia a la economía y a la democracia (NYTimes)
En Asia, SoftBank intenta construir una alternativa regional a Facebook (y Tencent). Como ejemplo de la fragmentación de la que habla Shira Ovide, esta semana nos hemos enterado de un nuevo proyecto de SoftBank, que ha fusionado su unidad Yahoo! Japan con Line (una aplicación de mensajería líder en Japón y otros países asiáticos). La idea es convertir la empresa resultante, Z Holdings, en una Big Tech regional, para competir con los gigantes tecnológicos de Estados Unidos y China (FT)
La fragmentación ya se está produciendo a nivel de infraestructura, por ejemplo, los cables submarinos chinos frente a los occidentales. La dinámica afecta también a un nivel más básico, como es la infraestructura de red. China está construyendo cables submarinos internacionales que competirán con los occidentales y funcionarán de forma totalmente independiente, permitiendo flujos de tráfico de Internet paralelos en algunas rutas. Europa está en medio de esta batalla, como muestra el ejemplo del cable Peace. Se trata de un cable submarino que están construyendo empresas chinas (lideradas por Huawei) y que conectará China con Europa. Las Big Tech estadounidenses, como Google y Facebook, han rechazado utilizarlo, y el gobierno de Estados Unidos está presionando a sus aliados europeos para que hagan lo mismo, pero los gobiernos europeos argumentan que no quieren ser «totalmente dependientes de las decisiones de Estados Unidos» (Bloomberg)
Europa quiere controlar su propia cadena de suministro de semiconductores. La UE ha anunciado sus planes de empezar a producir sus propios semiconductores avanzados de aquí a 2030, con el objetivo de hacerse con una cuota del 20% del mercado mundial de estos componentes. Se está debatiendo la construcción de una planta de fabricación en la región, que buscaría competir con TSMC o Samsung en los chips de 5nm y más allá. Por supuesto, si se observan los niveles de CapEx de esas dos empresas, uno se da cuenta inmediatamente de que puede ser un proyecto muy caro… (Bloomberg)