Lío de NFTs con Pulp Fiction: Tarantino le manda besitos a Miramax
Quentin Tarantino pensó «esto de los NFT (coleccionismo digital) puede tener todo el sentido en comunidades de fans muy arraigadas como, por ejemplo, Pulp Fiction. Si la NBA vende imágenes de LeBron, voy a vender yo mis guiones manuscritos de mi peli más icónica en formato NFT».
Y le ha dado una vuelta de tuerca muy inteligente: Además, ha configurado el NFT de tal manera que esos manuscritos no se harán públicos. Lo hace así porque los manuscritos contienen escenas no grabadas y detalles desconocidos de la película. Nadie podrá criticar que el valor decaerá al salir a la venta.
Miramax, la productora de la película, acaba de demandar al bueno de Quentin. El motivo es que la productora posee los derechos y la propiedad intelectual de la película y, según ellos, esta venta viola esos derechos.
Los contratos están anticuados: La peli es de 1994. Según el contrato, no está permitido copiar el guión para hacer otra peli. Pero es imposible que el contrato tuviera en cuenta la venta digital de cualquier tipo de elemento creativo (manuscrito, storyboard, etc…) con tecnología de 30 años después.
Que has de saber: Seguramente no habría problema si Tarantino vendiera la copia física de su manuscrito. El impacto sería muy limitado porque solo hay una (o pocas) copia. Pero las copias digitales, al poder ser infinitas, abren la puerta a que TODAS las productoras pierdan una nueva fuente de ingresos si Tarantino gana esta batalla.
Los abogados de Tarantino le mandan besitos (por no decir otra cosa) a la productora: «Miramax está equivocado, simple y llanamente.»