Imagínate una subasta donde hay una empresa que ayuda a los grandes patrimonios a comprar cuadros. Manda su gente para hacer las pujas (los de la piruleta) porque tienen datos sobre los cuadros que nadie tiene.
Esa misma empresa ayuda a los dueños de los cuadros a venderlos, organiza la subasta y blande el mazo. Como gestor de la subasta, deja que otros inversores pujen, pero en caso de empate, se lo da a los que pujan, pero de su empresa. A veces, incluso si pujan un poco menos…
¿Cómo lo ves?
Ahora vuelve a leer los primeros párrafos sustituyendo:
- Patrimonio por anunciantes/marcas.
- Dueños de los cuadros por medios de comunicación. El cuadro es cada usuario que ve un anuncio en el medio de comunicación.
- La empresa por Google.
- Los de la piruleta, el DSP de Google.
- El gestor de la subasta y el decisor: SSP y Ad Server de Google.
No hay que ser un máquina, para entender que aquí quien se queda el dinero es Google 😉
Esto ocurre en un tercio de la publicidad digital: Los otros dos tercios son las búsquedas (SEM) y las redes sociales.
No te equivoques: Google está siguiendo el manual de las empresas digitales, por ejemplo de Peter Thiel (aquí el libro en castellano): «No compitas, construye un monopolio».
«¡Chorprecha!» Ahora en EE.UU. quieren legislar para romper este negocio de Google.
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