En estos diez días de desconexión he estado en la boda de un amigo de toda la vida, desde parvulitos, y en un funeral de un amigo al que conocí hace más de 20 años, cuando estuve de Erasmus en Turín. Ambos con edades entre 42 y 43 años.
Acompañarlos en estos momentos, me ha hecho acordarme del libro que, en 2012, una cuidadora de enfermos terminales escribió sobre los 5 arrepentimientos que se dan, cuando estamos a punto de morir:
- Ojalá hubiera tenido la valentía de vivir mi propia vida, y no la que se esperaba por los demás.
- Ojalá no hubiera trabajado tanto.
- Ojalá me hubiera atrevido a expresar mis sentimientos.
- Ojalá hubiera estado más cerca de mis amigos.
- Ojalá me hubiera permitido ser más feliz.
Si quieres la versión del postureo de Silicon Valley, tienes el sistema para minimizar arrepentimientos de Bezos, basado en preguntarse: “Al final de mi vida, ¿me arrepentiré de no haber hecho esto?” Le puedes escuchar a él mismo.
Ivi & Verena os deseo, y os merecéis, lo mejor.
Manuel has dejado una huella imborrable, te recordaré siempre.